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¿"Ciudadano Kien"?




La barra se puebla a veces de ciudadanos crepusculares, ávidos de conversación y amable compañía, a fin de escapar cada cual de sus fantasmas y aun de sus fantasmagorías. Ciudadanos con un pasado en blanco y negro, cuyas sombras se proyectan sobre planos profundos en el fondo de calles solitarias y lúgubres, al acecho de su propia soledad, mirando hacia el infinito en contrapicados de vértigo. Esta percepción cinematográfica no es casual, pues la propuesta monotemática de esta ronda consensuada por los “santos bebedores” habría de girar en torno a un film y éste habría de ser acordado por unanimidad, una vez debatidas amablemente las diferentes propuestas; cuestión ardua, como se habrá de suponer, siendo tan amplio el campo de elección como nuestros gustos, sensibilidades y predilecciones, además de la cultura cinematográfica acumulada, cuyo espectro abarcaría desde la cinefilia y el ejercicio de la crítica más conspicuos, hasta la mirada profana del simple espectador de sala y deuvedé.

Elegimos la mítica “Ciudadano Kane” como obra de referencia, película de la que hasta ayer no se había escrito ni una sola línea en los últimos 70 años. Así pues, no sabría por dónde empezar ni cuándo terminar para desplegar mi inocente mirada de espectador inexperto ante las múltiples caras de tan icosaédrico diamante recién tallado y todavía por descubrir. Podría recurrir a la palabra clave Rosebud, que es un claro anagrama de Burdeos, de cuya afamada denominación de origen damos buena cuenta aquí, en nuestros largos días de vino y rosas (ya que de cine hablamos), mientras rueda hacia el vaso la acristalada bola de hielo. Mas preferiría recurrir a su jovencísimo director, actor y  genio: el gran “Oso” Welles, que antes fue Wells acojonando a los EEUUU través de la radio con una irrepetible invasión de extraterrestres. ¿Qué hubiera sido del ciudadano Welles sin el ciudadano Wells? ¿Habría existido el cineasta sin aquella profunda y cavernosa voz de locutor? : “Interrumpimos este programa de música bailable para emitir un boletín especial”.  Alguien dijo una vez que Kane debería verse con los ojos cerrados. Por lo demás, recuerden que Citizen es una marca de relojes. No pierdan el tiempo leyendo esta crónica (aunque ya es demasiado tarde).

Comentarios

  1. El tiempo es, sin ir más lejos, la clave. El tiempo que se pierde, el tiempo que no vuelve. El tiempo, el implacable, el que pasó.

    Citizen. Mirá vos. Flor de relós, como diría Les Luthiers.

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  2. Lástima que ésta película se fagocitó el resto de la obra del director-actor, como si ya no quedara tiempo para nada más.

    Y eso que hay verdaderas perlas en esas otras películas...

    Saludos

    J.

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  3. Está bien esa mirada distanciada, inquisitva, al tiempo. Lo que el arte a veces abandona a quienes lo observan es la posibilidad de tutearlo o de tuitearlo o de tatuarlo o de tetearlo y buscarle el pezoncillo metafísico.

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  4. Lo leí un poco a la ligera y es posible que haya olvidado bastante durante los eones entre su lectura y la carga del formulario de comentarios. No, no es cierto.
    Es interesante está pelicula. Escuché y leí alguna vez que Orson Welles tuvo la idea de hacer su pelicula de Batman.

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  5. Queridos amigos, la ironía que acompaña a esa mirada distanciada a la que se refiere Emilio es más bien autocrítica. Creo sinceramente que sobre esta obra maestra y sobre autor se ha escrito tanto y tan bien, que poco margen nos quedaba ya para añadir algo innovador e inédito. Ni siquiera hay intención peyorativa en llamar Oso cariñosamente al gran Orso (ya lo hizo Guillermo Cabrera Infante en su magnífica "Cine o sardina")ni menoscabo en decir que habría que verla "con los ojos cerrados", como apuntó en su día un crítico inglés, pues ya la voz del gran Welles bastaría por sí sola para disfrutarla.
    Esta pequeña boutade no tendría otro recorrido que un breve y humorístico homenaje con algunos guiños transversales a sus literarios y geniales precedentes radiofóncos, que tal vez catapultaran al joven Welles hacia su destino.
    Gracias siempre por vuestros comentarios.

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