…si es que no tengo la fuerza de voluntad de hace sólo
unos años… si me lo digo continuamente: Alberto, no tienes arreglo, dejas pasar
el día papando moscas, metido en tus ensoñaciones, convencido de que de tal
idea saldría un magnífico post, de que eso que has leído en el periódico, o has
oído por el patio, o ha contado una vecina chismosa en el supermercado, esa
estupidez, es materia narrativa de la que saldría un magnífico relato, pero
para qué me voy a esforzar, si el tedio me inunda, si la ilusión de antes se
está convirtiendo en rutina, si esto ha dejado de interesarme… y entonces surge
la pregunta-puñalada: ¿y entonces qué hago, todo el día solo? ¿a qué dedico el
tiempo libre? Y tras pensarlo bien, abro uno de los blogs habituales, leo el
post que tal o cual blogger ha
escrito, con toda su ilusión y le doy a insertar comentario, pero ahí,
agazapada, sale la apatía y me salgo, firmemente decidido comentar mañana, sí
mañana, que me amanecerá un día mucho más esperanzador, aunque sé que mañana se
repetirá la situación. Hace ya más de dos meses que no entro en el blog de
Fulanita, me cuesta trabajo contestar al de Zutano (total, él nunca me
comenta), o al de Mengano (que parece que ya no sabe que existo), o el de ese
fidelísimo Perengano, que lleva siguiéndome los cinco años que llevo metido en
esta droga, o hacerme ver en el blog de esa jovencísima escribidora de
intimidades, que antes me gustaba leer… pero no puedo. No encuentro la idea, el
estímulo, el momento: “mañana le abriremos…” decía un conocido soneto medio
místico que hablaba de este estado de ánimo que ya se está prolongando mucho.
Tengo el corazón partío por la apatía
(Imagen tomada de eurhydice.tumblr.com)
(Imagen tomada de eurhydice.tumblr.com)
Tengo la bandeja de borradores atascada de embriones de posts que sé que nunca
acabaré, de relatos de los que apenas he esbozado una idea maestra, de
canciones a medio traducir para la sección de música (que solía poner los fines
de semana)… nada parece servirme y creo que muchos de esos borradores están
condenados a no aparecer nunca… Muchas veces he pensado en darle al botón de “Eliminar
blog”, pero eso sería casi como un suicidio virtual y sé que tampoco me
quedaría tranquilo, así que vuelvo a prometerme a mí mismo que de mañana no
pasa: abriré todos los blogs amigos, comentaré, me volveré a motivar… aunque sé
que es más que probable que mañana repita mis autoamenazas y mis firmes propósitos de todos los días… La vida es pura contradicción.
Pues yo no sé si comentarte hoy o dejarlo para mañana. Lo peor es que no somos Lope y no anda Violante por ahí mándandonos hacer sonetos o calceta. Un día de estos creo que vamos a mandar (¡nosotros!) a Violante y a sus acólitos a hacer puñetas. Porque hay que ver qué trabajos nos manda el señorrrr...Me remito al post de los pecados capitales:¡Ay!, mi adorada Pereza...
ResponderEliminarMe ha venido a la mente la palabra ATARAXIA (siempre mi subjetiva asociación de ideas...): disminución de la intensidad de las pasiones, deseos y la fortaleza del hombre sabio frente a la adversidad, para alcanzar el equilibrio, la felicidad, tranquiliddad, serenidad e imperturbabilidad.
ResponderEliminarLos griegos sí que sabían del asunto... y no conocían el tema de blogs...
El rollo en cuestión venía por lo de "hombre sabio" que es justo lo que te considero cuando te leo (aunque no siempre comento) tus entradas.
La serenidad, viene después, justo después de pasar por esa ataraxia que todos probamos alguna vez.
Mi cariño y mi abrazo, Alberto.
To blog or not to blog, that is the question...Cuando bloguear, comentar se vuelve trabajo, pierde su gusto, pero no todo en la vida debe hacerse con gusto. Hay veces que como algo que a sabiendas no me gusta, ni siquiera tengo hambre, pero sé que si no como no tendré fuerzas, energía y de a poquito se irá creando un círculo vicioso que terminará llevándome a un coma. No todas las entradas ni comentarios deben ser brillantes. Algunas veces, sólo unas pocas, algo es mejor que nada, otras veces es preferible el silencio, las más. Tal vez esta entrada sea un buen ejemplo...
ResponderEliminarSe me vienen a la mente los clásicos y no tan clásicos:
ResponderEliminar"Polvo somos,... mas polvo enamorado" (Lope)
"El ser humano es pasión inútil" (Sartre)
En fin,... ¡ay de mí!
Ay, Alberto .... ¡cómo te entiendo!
ResponderEliminarI can´t get no satisfaction.
Pero creamos que son altibajos típicos de los grandes amores. Volverán las ganas.
Qué mandándonos tan sobresdrújulo me había salido. Ves tú: El que mucho habla (y más si mucho escribe), mucho yerra. Más me valdría quedarme calladito. En boca cerrada...
ResponderEliminarPero nuestros amigos son bien generosos y a veces no correspondidos. Entono el "mea culpa" y exclamo: Excusez-moi!
Yo mismo, aquí donde me tengo y explico, soy ejemplo de lo que escribes.
ResponderEliminarNo es normal que lea ahora, tan tarde, después de unos días, tu escrito.
No es normal y, sin embargo, es de una normalidad absoluta.
De un modo que me alarma entender, te entiendo a ti y medio me voy entendiendo yo.
ahí vamos, my friend.
La verdad es que me seinto raro. No hay ningún problema, no soy ni estoy depresivo, la salud bien (si no entramos en detalles), la familia va sin más problams que los normales... y no estoy centrado en nada.
ResponderEliminarBueno, sí: hay un proyecto del que ya os hablaré y un relato, el más largo, que estoy repuliendo.
Disculpad mis ausencias, que la mala racha, la mala racha... se pasará.
Abrazos mil,
AG