Ir al contenido principal

Ya sé que estoy piantada


No puedo.

Es así de sencillo. Es más fuerte que yo.

No puedo.

No me pidas que me concentre en la charla si el mantel está torcido o arrugado.

Pero no exageres. Son dos segunditos. Ves? Ya está. Perfectamente simétrico.

Ahora si. ¿Qué me decías?

No.

Tampoco me pidas que no me pare a levantar ese botón, tuerca o tornillo.

Ya sé que después lo voy a tirar, pero no puedo abandonarlo ahí, en el medio de la calle.

Si lo dejo, me quedo con esa extraña sensación de haber roto el orden cósmico.

No es tan preocupante. No me mires así.

¿Los bocinazos? ¡Son dos bocinazos, nada más! Esa era la casa de mi abuelo, ya te conté. Es una forma de pedirle que me proteja en la ruta cuando viajo. Seguro a él no le molesta. Qué otra cosa van a hacer en el más allá si no es proteger a los de más acá, eh? Además, siempre le aviso cuando vuelvo con otros dos bocinazos.

Qué.

Me vas a decir que vos no tenés una cábala.

Vamos.

¿En serio?

Mirá que sos raro, che.

Malena


Comentarios

  1. En la jerga argentina, un piantado es un loco inconsciente, a diferencia del boludo, que sería la versión gallega del gilipollas, el estúpido a sabiendas. ¿Me equivoco?

    ¡Qué sería de nosotros sin esas veniales manías con las que alimentamos el hambre de nuestras angustias y tensiones!

    Buen invierno, Malena. Acá ardemos en el infierno, mientras ustedes gozan de un gélido paraíso.

    ResponderEliminar
  2. Los piantados son los locos lindos, los chiflados.

    Ya sé que estoy piantao - así, sin d - es el comienzo de Balada para un loco.


    Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
    No ves que va la luna rodando por Callao;
    que un corso de astronautas y niños, con un vals,
    me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!

    Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
    Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
    y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
    el loco berretín que tengo para vos:

    ¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
    Cuando anochezca en tu porteña soledad,
    por la ribera de tu sábana vendré
    con un poema y un trombón
    a desvelarte el corazón.

    ¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
    Como un acróbata demente saltaré,
    sobre el abismo de tu escote hasta sentir
    que enloquecí tu corazón de libertad...
    ¡Ya vas a ver!

    Quereme así, piantao, piantao, piantao...
    Trepáte a esta ternura de locos que hay en mí,
    ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
    ¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

    Quereme así, piantao, piantao, piantao...
    Abrite los amores que vamos a intentar
    la mágica locura total de revivir...
    ¡Vení, volá, vení!

    ResponderEliminar
  3. Se ha empezado por estudiar el ADN, pero un estudio en profundidad de las manías, su tipología y su desarrollo tal vez sería más determianate para conocer a esa extraña especie animal (incluso animalísima, a veces) que se llama homo sapiens.

    Lo escribo con una sola mano: me estoy mordieno las uñas de la otra.

    Alberto Granados

    ResponderEliminar
  4. No podemos vivir sin exhibir la parte no razonable que todos llevamos dentro. No conozco a nadie que no tenga una. Más de una. Conozco a quien tiene más de ésas que de las enseñables, rutinarias y formales. Por eso también se les ama.

    ResponderEliminar
  5. Freud diría que la energía que gastamos en nuestras manías sirven de sedante para calmar otras más perversas. Hay que calmar al animal hambriento que habita en nosotros.

    ResponderEliminar
  6. Después te cuento las mías. Estupenda la forma en que EX-teriorizás el diálogo de ambos raros. Un beso.

    ResponderEliminar
  7. EX-hibo sin pudor mis rarezas.

    ResponderEliminar
  8. De un tiempo a esta parte, procuro evitar (a veces a base de piruetas y contorsiones de alto riesgo) que suenen los pitidos que anuncian el final de la función encomendada al microondas. Cuando falta un segundo, allá que me lanzo como un poseso hacia el botón interruptor. Si llego tarde y suena, el pitido triple anuncia la ruptura del orden establecido y a saber qué catástrofe se estará fraguando en mis órbitas vitales. Pero, gracias a ti, Malena, ahora sé que...¡¡¡soy normaaaaall!!!

    ResponderEliminar
  9. Yo estuve a punto de poner el tercer comentario, pero miré mi horóscopo y me dijo: "No es momento de aventurarse, medita cualquier cosa que hagas, que las consecuencias de nuestros actos estarán marcados en estos dos días por un aura de desastre cósmico y personal".
    Lógicamente, dejé pasar dos días antes de comentarte para no tener que asumir nuevas responsabilidades, pero todo fue a peor, así que he hecho testamento, he tirado el horósocopo del periódico de hoy y he empezado a hacer proyectos para mudarme: vivo en el 12 de mi calle y eso quiere decir que tengo un 13 enfrente veinticuatro horas al día.
    Es muy fuerte, aunque yo soy totalmente racionalista.

    Alberto Granados

    ResponderEliminar
  10. por ahí tengo el simple en vinilo, pero tengo que conectar la bandeja y desparramar mucha cosa para escucharlo, peri si la memoria nome juega en contra la versión que tengo arranca con unos versos:

    "me vas a ver venir,
    con una banderita de taxi libre en cada mano,
    medio melon en la cabeza...

    ...las callecitas de buenos aires tienen ese que se yo..."

    "de perto ninguém é normal"

    salú!
    y buena vida...
    f

    ResponderEliminar
  11. Es cierto.
    Balada para un loco comienza con un recitado.
    Ya sé que estoy pintao es el primer verso cantado.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario