Carcome. Embiste. Nubla. Sangra. Ultraja. Rapiña. Amordaza. Ad nauseam hasta que los verbos se nos angosten en la garganta y nos queme y nos duela y sintamos, amigo Miguel, acróstico mayor, asco y sepamos que después del asco viene otro mayor. Creo que estamos en el buen camino. Estamos avanzando. Hay memoria, la hay a espuertas, pero está el horizonte mirándonos. Un saludo mañanero.
Anónimo dijo...Corroe Enferma Ningunea Suplanta Urde Roe Aja
Ad infinitum, Emilio, en este conceptismo residual que merece el censor. La pereza mini malista de las palabras contadas como días de la semana, de los verbos rebelados (sí, con b), de los poetas esquilmados, censura y cesura.
Consuela a quien tiene miedo. Excita tanto al masoquista como al verdugo. No hay sarna que con gusto pique. Solo el pusilánime la aplaude. Unos la provocan, otros la permiten. Reta a quien a ella se expone. Autocensura: he ahí la cuestión.
Carcome.
ResponderEliminarEmbiste.
Nubla.
Sangra.
Ultraja.
Rapiña.
Amordaza.
Ad nauseam hasta que los verbos se nos angosten en la garganta y nos queme y nos duela y sintamos, amigo Miguel, acróstico mayor, asco y sepamos que después del asco viene otro mayor.
Creo que estamos en el buen camino.
Estamos avanzando.
Hay memoria, la hay a espuertas, pero está el horizonte mirándonos.
Un saludo mañanero.
Anónimo dijo...Corroe
ResponderEliminarEnferma
Ningunea
Suplanta
Urde
Roe
Aja
Ad infinitum, Emilio, en este conceptismo residual que merece el censor. La pereza mini malista de las palabras contadas como días de la semana, de los verbos rebelados (sí, con b), de los poetas esquilmados, censura y cesura.
Buena mañana "frívola", como fábula fría.
Miguel
(Algo va muy mal en mi editor de comentarios. Blogger ha alterado el itinerario habitual y no los controlo. Pido excusas)
ResponderEliminarMiguel
Consuela a quien tiene miedo.
ResponderEliminarExcita tanto al masoquista como al verdugo.
No hay sarna que con gusto pique.
Solo el pusilánime la aplaude.
Unos la provocan, otros la permiten.
Reta a quien a ella se expone.
Autocensura: he ahí la cuestión.
Cuántas palabras horribles se siguen usando en nombre de la moral y las "buenas costumbres"
ResponderEliminarSaludos!
Te tocó cerrar con tu entrada el tema censura. No podrías haberlo hecho mejor. Una síntesis perfecta.
ResponderEliminarLlegué tarde porque la fiebre me estaba obligando a callar.
Llego tarde, pero al menos que sepas que lo he leído y degustado.
ResponderEliminarBuen acróstico, mala censura que tanto nos castró.
AG
y cuando se domestica: invisibiliza.
ResponderEliminaremblemático cierre, miguel.
aplausos a la barra, como siempre.
esta de terror les ha salido que ni las de nuestro narciso ibañez menta, padre de vuestro narciso ibañez serrador.