Por esas cosas del destino, escribo mi listado de pretensiones para este año el viernes trece.
No es que una sea una mujer supersticiosa pero, vamos, el primer 13 de este año bisiesto es viernes y con la profecía maya sobre nuestras cabezas. Parecería que lo más coherente que se puede desear es llegar al 2013.
Pero no nos pongamos fatalistas que tenemos todo un año por delante. Vayamos al listado que nos compete.
Lo primero que me propongo es no tener propósitos que no pueda cumplir. No hay nada más frustrante que llegar a fin de año y descubrir que seguimos con el mismo peso, el mismo auto, igual trabajo, mismos vecinos y sin pintar la casa.
Así que este año, señores, no me voy a anotar en el gimnasio. Sépanlo. A cambio, haré un esfuerzo por tomarle un poco más de cariño a mis caderas anchas, que al fin y al cabo me vienen acompañando desde hace rato sin quejarse.
No pienso dejar de comprarme ropa en esa tienda carísima, cortar el césped y lavar el auto con mis propias manos para ahorrar unos pesos. No.
Voy a dejar la meditación, la calma y la mesura para algún maestro zen. Unos buenos gritos de vez en vez no le hacen mal a nadie.
Seguiré amenzando a mis hijos con castigos que jamás les impondré, pero dejando abierta la posibilidad de hacerlo. Uno de estos días
...
No me voy a anotar en un curso de cerámica, tejido o ikebana. Cada rato libre que tenga me voy a echar en el sillón a leer o mirar alguna de esas series que me vuelven loca.
No me voy a obligar a leer nada que no me guste, ni a comer algo que no disfrute, ni a ir a lugares que no me agraden sólo porque la moda me lo imponga.
No le voy a decir a mi jefe que tiene razón por miedo a que me despidan.
Voy a decirle te quiero a quienes quiero muchas veces.
Resumiendo, amigos, este año quiero seguir haciendo lo que siempre hice: vivir tratando mientras trato de vivir.
Me parece muy bien.
ResponderEliminarLe mando saludos y éxitos.
Creo que haré lo mismo, tu propuesta es tentadora. Además, creo que desconectaré el televisor a la hora de los noticieros, de hecho hace rato que no los miro, pero siempre hay alguien en la casa dispuesto a amargarse, y trataré de no permitirlo!
ResponderEliminarun beso, te quiero!!! (¿viste? tomé tu propuesta)
Yo hice algo parecido: 1. Seguir fumando 2. Seguir Gritando 3. Seguir bebiendo con moderación, etc. etc. Pero sobre todas las cosas, seguir agradeciendole a mi viejo, al otro Tata, a la suerte y a mi buen juicio, la posibilidad de tener una vida tan privilegiada. Porque convengamos, que cualquiera que por ej. puede leer un blog a ésta hora, está más que bendecido.
ResponderEliminarLes juro que la palabra de verificación (captcha) para el comentario anterior era Fronica...No si cuando digo que es una vida bendecida, no miento. Ahora si me sale un captcha "congemelasbisexuales" voy de rodillas a Luján!!
ResponderEliminarAdhiero de lleno a tu propuesta. Tener el ¿Por qué no? Siempre a mano para lo que vaya surgiendo es mi principio fundamental para el 2012. querer, dejarse querer, decirlo, demostrarlo que del desamor y de sufrir no nos salvamos de todos modos. Beso grande taurina.
ResponderEliminarMe gusta lo de visualizar anhelos para este año, creo que debería copiar ese ejercicio, no es que no tenga deseos, pero es que a veces los tengo tan desordenados! o no los tengo tan claros...
ResponderEliminarSiento algo dentro de mí, que me repite lo que quiero, lo que me volvería loca de contenta, un buen y hermoso amor, eso sé, sé que lo deseo con el alma.
Besos mi querida Male.
Y que los te quiero se multipliquen,
se sientan, se digan, y se muestren!
Voy a tomar tu propuesta que por cierto la vengo practicando, pero al leerte me dan mas ganas de gritar que descarga y decir te quiero a los que quiero que también descarga. Sin miedos y con el coraje de abrazar la vida.
ResponderEliminarPor ahora te mando un abrazo.
Y me acabo de dar cuenta que acá se deja el comentario....jajaja
No voy a perderme ni un asado, partido de futbol que me interese, ni vino sin abrir. Voy a vagar y no me voy a afeitar a veces. Sobre todo voy a esperar junto a mi mujer (que duerme) el hijo que viene. Y si puedo......voy a mandar a la mierda a un par.
ResponderEliminarUn beso!
Amén!!!!
ResponderEliminarFeliz 2012, Malena
La vida nos va dando cada día una pauta que seguir, nunca me plateo grandes ni pequeños propósitos, voy sobre la marcha, haciendo, queriendo y a veces se me dan hermosas sorpresas.
ResponderEliminarQué se te cumplan.
abrazo.
Sinceros propósitos. Aún no he meditado en los míos porque al parecer mi año siguió de largo. Aunque sinceramente creo que el 23 de enero, día en que comienza el año del Dragón...comienza mi Año Nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Óbrese su voluntad. Porque es maravillosa. Besos, feliz 2012
ResponderEliminarMencantó.
ResponderEliminarPor mi parte, cuando todos noten que no he aflojado con el alcohol, les voy a decir que se arreglen con Malena y que no me jodan ;)
Feliz Fin del Mundo,... claro.
ResponderEliminarVives y dejas vivir. Eso es, Malena. Tener grandes principios, buenos propósitos y planes de futuro se reduce a eso. Más sencillo que resumir el Decálogo de los mandamiemtos divinos. Solo uno y no dos. Auténtica, como siempre.
ResponderEliminarUn saludo "dodecafónico" como corresponde a 2012. Y 12 besos fundacionales.
He perdido unos dias de este año de disfrutar, pero desde este momento adhiero a tus propuestas. Un abrazo
ResponderEliminarCada año me propongo las mismas cosas, y supongo que al final de la vida llegaré a la mitad de la lista. Pero con el amor basta y sobra. Un abrazo, querida.
ResponderEliminarMuchos propósitos veo, Malena. Quien mucho abarca... Además, los propósitos son amigos de la traición. Una buena excusa aliviará el peso de no cumplirlos.
ResponderEliminarTus propósitos son muy, muy parecidos a los míos para este año que acaba de empezar.
ResponderEliminarBesitos,
Pues yo este año no viajare a la India, ni me subire en globo, ni abrire cuenta en ningun banco de Suiza...
ResponderEliminarUf, veo que estoy empezando el año muy negativo...
Un abrazo, Malena