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Mi vida sin Serrat



Querría escribir la Enciclopedia Universal de Serrat, como homenaje a Joan Manuel, pero me temo que no va a caber en este artículo (aunque el lugar sí sería el adecuado, aquí en nuestra barra, brindando con un Mèrit, reserva de 2007, de su bodega Mas Perinet). Encargarle su biografía a la Academia de la Historia, constituiría, hoy más que nunca, una broma pesada (entre esos tipos y yo hay algo personal). En todo caso, si viviera el añorado Manuel Vázquez Montalbán, sería sin duda el encargado de llevarnos de Algeciras a Estambul navegando sobre el mar de sus canciones. Aquellas pequeñas cosas de nuestra educación sentimental.
En cualquier caso, ¿para qué demonios nos serviría una Enciclopedia Universal serratiana? Bastaría con revivir algunos momentos diamantinos de mi memoria, para saldar la cuenta emocional que tengo (y no solo yo) con el Noi del Poble Sec. Recordar aquel pañuelo, tan blanco y limpio, donde dibujaste el pequeño corazón atravesado. Las palabras de amor, sencillas y tiernas, de los 16 años. Ser una vez más bombero voluntario en el carrusel del Furo, tres vueltas más, tres boletos por un duro. El pueblo blanco de nuestra niñez, donde vivía Manuel, en su casa de barro y caña. Volver sobre nuestros pasos machadianos, hacer camino al andar, golpe a golpe, verso a verso. Vivir, luchar, pervivir para la libertad, con el himno hernandino por excelencia. O esperar, con Penélope, sentado en el andén, a que llegue el primer tren. Compartir junto a Lucía aquel tiempo de lluvia y esta noche otra vez susurrarle al oído que si alguna vez fui bello y fui bueno, fue enredado en su cuello y sus senos…
Y a ti (sí, a ti), donde quiera que estés, recuerda siempre que por fría que fuera mi noche triste, no eché al fuego ninguno de los besos que me diste. Porque por ti –y también por Serrat- brilló mi sol un día y cuando pienso en ti brilla de nuevo.
Mi vida sin Serrat habría sido otra.
Miguel

Comentarios

  1. Todas las mañanas me despierta el Nano, avisándome desde el celular que el día se va colando de contrabando. No se me ocurre mejor manera de salir de la cama. Será porque mi niñez sigue escuchándolo, cantado por mi madre.Ella anduvo siempre con sus versos en la boca.

    Es de noche en Argentina. Hace frío. Tomemos algo, si? Sería fantástico.

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  2. Comparto contigo, Miguel, Malena, mi querencia por Serrat, aunque dosificado. Una pastilla cada cierto tiempo basta. Aprecio de sus versos su dulzura y cariño cuando habla de la memoria o de las emociones, y me gusta aúnmás cuando despotrica sin contemplaciones contra los sinvergüenzas del siglo cambalache que nos dejó y aún persiste en jodernos la alegría.

    Es agradable sentarse con vosotros y escuchar al Nano. ¡Camarero, otra copa!

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  3. Serrat tiene el pequeño problema de que es mi misma esencia estético-sentimental. Como a ti, querido Miguel, me ensñó a desconfiar del ejecutivo de película que corre tras el éxito, a saber que entre esos chicos y yo hay algo personal, que la aristocracia del barrio no es precisamente lo más recomendable, y que hay que hacérselo ver a quien corresponda.
    Oyéndolo cantar he dejado pasar más de una tarde conversando con la luna y con el viento y he echado alguna mirada de contrabando a esas bragas que Irene deja secar al sol en los alambres.
    También sé por el Nano que deberían dar anticipos de eso que es llegar a viejo y que de cuando en cuando la vida se nos brinda en cueros...
    He aprendido mucho de este amigo con el que nunca pude ir de arra entre Salou y Cambrils, ni probar las natillas con canela que hacía su madre.
    Ya me habría gustado.
    Y llevas razón: no necesita ninguan enciclopedia. Le basta con la cantidad de sonrisas, nudos en la garganta y gozos que nos ha ido deparando durane cuarenta años largos. Es eso lo que envido de las personas grandes, de corazón enciclopédico y universal.

    AG

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  4. Por cierto, amigos, la carátula que ilustra este post corresponde al primer disco de Serrat. Se grabaron (por EDIGSA)
    solo 1.000 unidades. Yo lo pedí por correo a Barcelona desde mi pueblo jiennense, Torreperogil, y aún lo conservo en perfecto estado. Una auténtica pieza de coleccionista, casi un incunable.

    Miguel

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  5. Qué lejos parecían mis cuarenta cuando salió aquel "Fa 20 anys que tinc 20 anys", y ahora ya hace 5 más que yo mismo los tinc. La vida de todos sería distinta sin Serrat. De qué otra mejor manera hubiéramos cantado, en dolorosa ausencia de Miguel Hernández, que "donde dos cuencas vacías amanezcan, ella (la libertad) pondrá dos piedras de futura mirada"; o cómo hubiéramos explicado mejor aquello de que " a menudo los hijos se nos parecen así nos dan la primera satisfacción". Y qué buen tipo, además. (Y qué añorado Vázquez Montalbán).
    Un saludo.

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  6. Yo tengo muchos Serrats. Ninguno prescindible. El que más me gusta es el que me hace enternecerme. Otros hay y de esos también se disfruta. Una de las canciones que más me elevan (me izan, me lanzan, me predisponen, me desatajan) es A usted, del disco En tránsito. Ese fue el primero que escuché a posta. Lo tenía un primo mío. Vinilo del bueno. Disco quemable a base de surco transitado. Igual por eso lo del tránsito. Hoy, al leer ya con detenimiento tu escrito, he buscado el CD y lo he escuchado muy, muy deleitosamente. El Serrat social me es especialmente grato. El poético. El jaranero. El que se empapa de pueblo y hace música para el pueblo, para las personas. El Romance de Curro El Palmo, amigo Miguel, me hace llorar. A lágrima viva. Ahora se me están saltando ya las lágrimas. Corto. Se va a poner triste el comentario.

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  7. Precioso tributo a Serrat y a esos recuerdos con aromas de músicas tatuadas como amores eternos.
    Divino el tema musical que has elegido.
    Donde quiera que estés, mi beso.

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  8. tampoco hubiera sido igual mi vida, sin Serrat ( que nosotros los de entonces, no le llamábamos Nano). alguna vez cociné para él y otros queridos artistas, pero solo para él. querido Serrat

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